Aunque aún no podemos prever el impacto real de esta tecnología en el mundo empresarial, se intuye que la inteligencia artificial tendrá el potencial de hacer importantes contribuciones a las operaciones empresariales, permitiendo a las organizaciones mejorar los procesos y ahorrar costes.
Actualmente, los sistemas de IA ya se están utilizando para ayudar a optimizar el rendimiento de las cadenas de suministro y agilizar las interacciones de servicio al cliente, o para identificar posibles riesgos y hacer predicciones basadas en experiencias u observaciones anteriores. Sin embargo, sus aplicaciones futuras son infinititas, llevando el trabajo realizado por el ser humano a otro nivel, gracias a su rapidez y nivel de gestión de datos. Por poner un ejemplo práctico, en un futuro, la IA podría ayudar a los agricultores a cultivar de forma más eficiente y a reducir los excedentes o, por ejemplo, ayudar a las empresas a mejorar sus estrategias de marketing, haciendo coincidir las preferencias de los clientes con las ofertas pertinentes. Estas acciones que ya se realizan actualmente por el ser humano y la programación informática, podrían alcanzar un nuevo nivel de eficiencia muy pronto, gracias a que la IA puede utilizarse para tomar decisiones complejas y gestionar grandes volúmenes de datos de forma rápida y eficaz.
Una de las formas más populares de IA es el aprendizaje profundo, que utiliza algoritmos para aprender y reconocer patrones en grandes conjuntos de datos. Este tipo de IA puede utilizarse para organizar y gestionar grandes bases de datos de información, detectar tendencias importantes y tomar decisiones basadas en esas tendencias. Otra forma popular de IA es la robótica, que se utiliza para mejorar la productividad humana mediante la automatización de ciertas tareas. Por ejemplo, los vehículos autoconducidos pueden utilizarse para entregar bienes y servicios en cualquier lugar y en cualquier momento, sin necesidad de mano de obra humana.
A medida que los avances tecnológicos nos acercan al objetivo de crear máquinas dotadas de IA que puedan desempeñar eficazmente funciones similares a las humanas, parece natural que las empresas empiecen a aplicar esta tecnología a sus estrategias comerciales, ya que, como hemos dicho, ayudará a optimizar procesos y costes. Ya sea a través de los datos o de las opiniones de los expertos, los expertos aseguran que la IA se utilizará para tener un impacto significativo en la forma de hacer negocios en los próximos años.
Además, la IA también podría utilizarse para acelerar la toma de decisiones, mejorar el servicio al cliente y aumentar el compromiso de los empleados. Sin embargo, este enfoque todavía tiene algunas limitaciones.