Esta tecnología se hizo muy popular en los años 80 y 90, con aplicaciones como el software de CAD industrial y las simulaciones de vuelo. En aquel momento, se consideraba una herramienta para hacer que los complejos mundos virtuales fueran más intuitivos e inmersivos para los usuarios. Sin embargo, en los últimos años, el uso de la realidad aumentada se ha expandido más allá del ámbito de la ingeniería, para abarcar una gran variedad de campos como el marketing, la fotografía, la moda e incluso los juegos y las películas. Recientemente ha resurgido su popularidad con la aparición de aplicaciones como Pokemon Go, que utiliza la realidad aumentada para traer criaturas virtuales al mundo físico.
La realidad aumentada tiene el potencial de transformar una gran variedad de industrias, desde el marketing hasta la educación, ofreciendo beneficios potenciales como el aumento de la productividad y la creatividad, así como una mayor accesibilidad y seguridad.
Asimismo, aunque las aplicaciones de realidad aumentada existen desde hace muchos años, los avances tecnológicos han hecho posible que sean más completas y realistas. Por ejemplo, la tecnología de percepción de la profundidad ha permitido a los usuarios moverse en un vídeo sin interrumpir su experiencia visual. Además, las capacidades de monitorización y grabación remotas han facilitado la creación de entornos realistas para que los usuarios los exploren. Con estos avances tecnológicos, es fácil ver cómo la realidad aumentada sigue revolucionando nuestra forma de vivir y trabajar.
En última instancia, la historia de la realidad aumentada se medirá por su impacto en nuestra vida cotidiana. Sólo el tiempo dirá si esta tecnología novedosa anuncia el comienzo de una nueva edad de oro o si es sólo un destello en la sartén. En cualquier caso, el potencial está claro: es posible que estemos a punto de experimentar un profundo cambio en nuestra forma de interactuar con el mundo.